No necesariamente. Es normal sentir miedo en determinadas situaciones o ante ciertos estímulos. Sin embargo, el hecho de tener una fobia implica que ese temor es excesivo e irracional, afectando significativamente tu funcionamiento diario.

Si sientes que tu miedo es desproporcionado, persistente y te impide llevar una vida plena, es recomendable buscar ayuda de un psicólogo especializado en fobias.